Superchangopicaresco
Primera persona
O del porqué la importancia de contar nuestra historia
Monte Hillis y Tania
La verdad es que nunca he tenido muchos amigos, amigos de verdad. De niña no supe qué era tener amigos, así que fui creciendo y seguía siendo tímida porque confundía la popularidad con la amistad.
El año pasado conocí a Tania y de pronto ya éramos conocidas, o lo que mucha gente considera amistad.
Tania tenía Sida, lo sabía y sabía que moriría muy pronto. Sin embargo, la cercanía de la muerte parecía darle más fuerzas para vivir. Con esas fuerzas, Tania buscaba tres cosas. Un hogar para sus chiquillas, un hogar para cuando ella ya no estuviera; otra, abrir una organización para que los padres con sida murieran tranquilos sabiendo que sus hijos estarían bien; también Tania buscaba con fervor un amigo verdadero. Desde que comenzó a contar su historia, Tania llamó la atención extraordinariamente, si el mundo la hubiera estado esperando. Yo me quedaba asombrada, viendo.
Unos meses después, cuando no podía hacer nada por sí sola, me dijo que las fuerzas solo le habían alcanzado para lograr uno de sus objetivos, tener un amigo de verdad. Ese amigo era yo.
Una noche me pidió que me acercara, que tenía que contarme un secreto. Me incliné hasta que nuestros rostros se tocaron.
Monte Fay, me dijo, recuerda siempre que lo único que nos pertenece, es el lugar a donde nos dirigimos.
Me sorprendió que recordara mi segundo nombre.
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